
"¿Por qué empiezas hablando de curas pedófilos y terminas hablando de hippies fumetas que follaban todo el día?" se preguntará, como un Mourinho cualquiera, cualquier lector con dos dedos de frente, "Al fin y al cabo, esos dos temas tienen poco, por no decir abiertamente nada, que ver el uno con el otro". Eso mismo pensaba yo, que la revolución sexual y la pederastia en las iglesias eran dos temas aislados por completo, más allá de que siguen siendo temas calificados x, dos temas que eran como el agua y el aceite.
Sin embargo, la conferencia de obispos de EEUU no piensa lo mismo, y ha presentado un estudio en el que demuestra que el motivo de los miles de casos de pederastia acontecidos durante los años 60 y 70 se debieron, no a que los curas eran unos pervertidos que frenaban voluntariamente sus instintos primarios (y nada bueno puede salir de reprimir tanto), si no a que esos pobres curas ignorantes, que habían llegado a la santa institución de la iglesia católica una o dos décadas antes, venidos de pueblos recónditos, sin apenas un ápice de cultura, se vieron llevados al "lado oscuro" por el llamado "Espíritu Woodstock". Al fin y al cabo no intentaban si no ser participes de la creciente histeria colectiva que había conforme a la liberación sexual, y como tampoco tenían mucho donde "liberar tensiones" tenían que acosar a las monjas y tocar a los monaguillos en sitios donde no les da el sol muy a menudo.
Una pirueta mortal que da la santa institución de la iglesia católica para echar balones fuera. Porque al fin y al cabo la iglesia es una institución, y como bien ha demostrado la historia de las instituciones (y por institución hablo de cualquier grupo, empresa o colectivo que supere la docena de personas), si la cagas y te pillan con las manos en la masa, culpa a otro. Siempre es mejor que reconocer la culpa, no vaya a ser que tengas que agachar la cabeza con vergüenza por algo.
(más info aquí, sí, es una noticia de el ADN, pero no se han hecho eco en ningún otro medio)
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