El opio del pueblo.

Para Karl Marx la religión era "el opio del pueblo". En parte tenía razón claro, la religión alienaba, y de hecho aún aliena, la mente de miles de millones de personas a lo largo y ancho del mundo. Personas que venden su individualidad a cambio de un montón de supersticiones y una moral construida por el hombre que, siendo sinceros, en casi todos los casos atenta directamente con la naturaleza humana. ¿Pero que no es "opio del pueblo"? Sí uno se para a pensarlo, todo aquello que nos separa de nuestra individualidad debería ser considerado como tal. Todo aquello que hace que dejemos de ser personas únicas y comencemos a pensar a través de ideas ajenas debería ser tratado como "opio del pueblo". Por ejemplo, según esa regla, el comunismo, que en resumidas cuentas transforma una sociedad de individuos en engranajes de una maquina perfecta es, a ciertos niveles, opio del pueblo. Y no solo se limita a creencias, el comportamiento humano está lleno de "opios del pueblo". Por ejemplo, estamos tan alienados por el bombardeo publicitario constante que uno ya es incapaz de saber si compra porque verdaderamente lo necesita o si lo hace porque la industria verdaderamente necesita que uno compre.

"Necesitas un móvil con cámara, Internet y whatsapp" parece gritarnos la sociedad, como si para ser considerados individuos realizados debamos vivir atados a móviles que hacen más cosas que tú, cuando la verdad es que en más de la mitad de los casos, estás compras se realizan porque uno no quiere sentirse desplazado, diferente y menos que los de más. Odiamos ser "el raro", incluso la gente rara odia ser tratada como "el raro". Hay muy poca gente autentica en el mundo y hay demasiadas posibilidades de que los que parezcan auténticos, en el fondo sean farsantes como todos los de más. Tal vez por eso hay tantas variedades de "opio del pueblo" ¿No? Tal vez sea nuestra inseguridad la que nos hace vender nuestra individualidad y nuestra personalidad al precio más barato, la que nos "hace" de equipos de fútbol, religiones, ideales políticos. La que nos arrastra a las tiendas en busca de las últimas tendencias o si no, de las tendencias que lleva la gente de nuestro mismo rollo. Escuchamos los mismos cientos de miles de canciones, vemos las mismas cientos de miles de películas y viajamos a los mismos cientos de miles de sitios, la única diferencia está en el numero de cosas que hayas hecho y que los de más no.

En la podredumbre de este mundo globalizado es casi imposible ser un individuo. Yo no lo soy, yo finjo serlo escribiendo patrañas que probablemente cientos de miles de personas hayan pensado antes que yo porque en el fondo todos trabajamos con las mismas influencias. Yo finjo ser un individuo porque tengo un blog, porque apenas subo fotos al facebook y porque no tengo un móvil con Internet, pero lo cierto es que tener un blog dejo de ser original practicamente desde que empezó Internet, no subo fotos a facebook pero nada más conectarme es la primera pagina que veo y no tengo un móvil con Internet... porque soy demasiado vago para ir a la tienda a hacerme un contrato distinto. Soy uno más de la masa, una oveja alienada por la droga de la que nos impregna esta sociedad y que camina inevitablemente hacia el mismo matadero al que caminamos todos. Creeros originales y luego pensadlo otra vez, os estáis equivocando, sois la misma clase de basura prefabricada que yo, sois los hijos de la generación de los centros comerciales y la moda, y lo peor de todo es que ni siendo justo lo opuesto, ni comportándoos como un grupo de perroflautas tiñosos que lucháis contra el sistema seréis más originales que un puto boli bic. Porque como yo, todas vuestras ideas ya estaban pensadas, todas vuestras frases dichas y vuestro pensamiento, tan único e irrepetible no es más que un popurrí de toda la mierda que habéis absorbido desde que comenzasteis a tener uso de razón.

Karl Marx dijo que la religión era "el opio del pueblo". Yo creo que "el opio del pueblo" somos nosotros mismos.

Admitámoslo, las mujeres con una guitarra en la mano están más sexys.

A la peña se le ha ido la olla.

Eso ha sido lo que he pensado cuando me he levantado por la mañana y me he enterado de que la policía se lió a dar porrazos a una manifestación laica "antiPapa" que se había dedicado a insultar a los criajos (y no tan criajos) que se han ido de vacaciones a la JMJ. Y eso sin haberme recuperado del shock que fue ver ayer a Mou metiendole el dedo en el ojo a la mano derecha de Pep, un tal Tito Vilanova (¿Quien coño es este pavo?), y que ayer saliese y me volviese a casa cuando le pegaron una cuchillada a un tipo. A la peña se le ha ido la olla en serio.

Vamos a dejar las cosas claras, laicos del mundo en general y laicos nazis que leéis a diario el "Público" y os lo tomáis en serio en particular. Insultar, chillar a la peña y eso con ganas de joder, es violencia. Violencia verbal, pero violencia. ¿Me parece bien que vayan los feligreses a una visita del Papa? O mejor dicho ¿Me parece bien que se aporte dinero público para que venga el Papa? Sinceramente, me importa tres cojones, cada uno que crea lo que le salga de los huevos, y si ponemos pasta para pantallotes gigantes por la final del mundial o financiamos fiestas populares para que se conviertan en propaganda nacionalista y proetarra (y esas amigos SÍ LAS ESTAMOS PAGANDO TODOS), me la trae al pairo. Tiramos el dinero en chorradas constantemente y de forma alarmante. El dinero público (como el panfleto nazi) y el privado. Gastamos en chorradas cada puto día de nuestra vida, eso sí, que venga el Papa, que hasta como excusa para "meter un dinero de la ostia en Madrid" valdría hincha los cojones a un montón de peña. Eso sí, Gadafi viene dos veces, que ese si que es un hijo de la gran puta con todas las letras bien ganadas, y nos la refanfinfló a todos (voy a ver cuantos sinónimos de "me importa tres cojones" puedo poner en toda la entrada).

Ahora bien, fachas del mundo en general y tíos que leéis la gaceta y os informáis a través del gato al agua y os pensáis después que esa realidad alternativa de invertidos y degenerados que os odia y os persigue es cierta, no esta bien tampoco que la policía se líe a porrazos con la peña en la plaza de Sol. No estaba bien con los indignados, y no está bien ahora con los laicos extremistas. Las intervenciones policías "no molan" peña. No han molado nunca, ni cuando los de la falange manejabais el cotarro y mandabais día sí día también a los grises contra los universitarios progres, liberales y extremadamente molonguis (es que yo todo lo que se de Franco es lo que aprendí por "Cuentame como pasó"), ni mola ahora que las mandáis contra indignados "pacíficos". Criminales con placa aparte, y por mucho que me sude el papo (ya se que esta no tiene mucho sentido siendo hombre, pero que os aprieten un poco) la visita, el gasto y su puta madre, ¿Hasta que punto es necesario la visita de un líder religioso en pleno siglo XXI? ¿Seguimos con estas mierdas de verdad? ¿Seguimos pensando a día de hoy que que un pavo naciese sin follar, curase enfermos con la mano, convirtiese agua en vinate y resucitase a los tres días es cierto? ¿EN SERIO? Y eso que no me he puesto a hablar del antiguo testamento, que hay hasta zarzas parlantes.

Es que no soy capaz, de verdad os lo digo, de pensar que un hijo de perra supersticioso que cree que el problema del SIDA se agrava en Africa por el uso del condón y que esconde a los pedofilos bajo sus faldas tenga algún mensaje útil para la sociedad actual. Jesus sí. Jesus molaba. Jesus creía en el buen rollo y en que todos en el fondo eramos exactamente iguales. Pero el emperador Palpatine de Star Wars no cree una mierda de eso, cree la parte mística y sacada de contexto de la vida de Jesus, esa que incluye ascensiones al cielo, vida eterna, apariciones, nacimientos sin sexo, resurrecciones, premoniciones y un tío colgado de un palo que resucitó tres días después y iba por ahí con unos agujeracos en las muñecas, los pies y el costado. Cree en que si somos buenos y servimos al señor nuestro dios compartiremos una vida eterna en el país de OZ y si somos malos y hacemos acampadas en Sol o nos dedicamos a increpar a los feligreses iremos al infierno. ¡Coño, si seguro que hasta se cree lo de la zarza parlante!

Menos superstición amigos y más respeto por el prójimo (y eso va para las dos partes)

Seguro que la que mejor se lo pasó ayer en Sol (y que más está disfrutando de la JMJ) es la tia de "¡Cuidado con las carteras! ¡QUE VIENE EL PAPA!". Si estuvisteis por lo del 15-M algún día en la acampada la conocéis seguro. Creo que era la mascota oficial, y todo.


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De lo de Mou metiéndole el dedo en el ojo a Tito (el bueno de Tito, siempre liandolas) no hablo. Como no hablo de la final. Me da pereza. Si quereis informaros de eso leed el marca y el mundo deportivo.

Bitches.


(una entrada sin foto y con titulo, a eso iba con lo de los cambios)
Que se jodan los pobres.

No es lo de Londres, pero espero que sirva para mostrar mi apoyo a las revueltas. El mundo está podrido. Y como les pasó a los Romanos (y a todas las civilizaciones) hay que hacerlo arder y reconstruirlo desde las cenizas. Necesitamos unos bárbaros del siglo XXI y en un mundo tan globalizado es lógico pensar que los que tiren abajo el imperio sean los propios romanos.

¿Sabéis cual es el cáncer de nuestra sociedad, el verdadero handicap que nos impide seguir avanzando? No es la comida basura, ni tampoco el consumismo. La publicidad tiene algo que ver pero no es EL problema, como tampoco lo son la falta de educación, los fracasos escolares y una generación de educadores sin pelotas, las asociaciones de padres que sobre-protegen al menor o unos gobiernos llenos de retrasados mentales. El problema de esta generación, el cáncer social que nos ha atacado es el culto al cuerpo. Hace poco hablaba de lo enfermo que me pone la cultura de la salud que se ha extendido en nuestros días, otra cosa que me enferma y que también se ha extendido, como un tumor o un virus, es el de la imperiosa necesidad de cultivar nuestro cuerpo por encima de nuestra mente. Los gimnasios se hacen de oro a costa de miles de jóvenes sin personalidad, con una inteligencia tan baja y un nivel de conversación a la altura de la más tonta de las amebas, escoria inútil llena de inseguridades, incapaz de aceptarse a si mismo si no es por la aceptación de los de más. Miles de personas que pagan cuotas para marcar tetas y tableta ellos y encontrar un marido sin que se paren a mirarle si tiene algo en la cabeza ellas.

Monos calvos sin curiosidad por nada que caminan por el mundo al ritmo de "Danza Kuduro".







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Van 100 entradas ya. Cuando empece el blog hace un par de meses lo hice de puro calentón y eso se refleja (quiero pensar que lo hace, era la idea original) en el minimalismo estético. Entradas sin titulo, encabezadas solo por una imagen. No hay información más allá del perfil y el titulo y lo más parecido a "interactuar conmigo" que tenéis es lo de "seguidores" que hay al final. Quería que el mensaje fuese lo importante, que lo fundamental fuesen las ideas. Y quería alejarme lo máximo posible de esto. A partir de la siguiente creo que voy a hacer algunos cambios. Pocos y lo menos influyentes posibles (me gusta como ha quedado), pero estoy barajando algunas cosas que cambiar.

Aunque lo mismo mañana cambio de idea y lo dejo como está. Quien sabe...

Obviamos cosas que están mal por el mero hecho de que estamos acostumbrados a verlo tanto que ya nuestros ojos no parecen asimilar lo que vemos. Las jaias (o jaiak o incluso fiestas populares) se han transformado en una ventana para hacer apología del nacionalismo vasco. No es nuevo, no sorprende a nadie y no descubro la rueda diciendo eso. De hecho, creo que siempre ha sido así. En Donosti por ejemplo, que en la semana grande iban a tocar "Melocos", estos han sido sustituidos por otros grupos más afines a la "causa" del partido que gobierna en el ayuntamiento. Y pasamos de esas cosas. Pasamos cuando forran la calle con fotos de presos, cuando forran la calle de pancartas pro-nacionalistas y pasamos cuando ponen en una fachada entera una pancarta gigante de "Euskal Presoak". Claro que todo el mundo tiene derecho a expresar sus opiniones, pero politizar sistematicamente todas las fiestas, cuando en realidad unas fiestas no tienen nada que ver (o al menos no deberían tener nada que ver) con nada de eso, es ya de enfermedad. O de aprovechados, no se bien.

Me recuerda un poco a lo que termino pasando en la acampada de Sol. Al principio era tan poco concreto que la ciudad-comuna que se montó en Sol terminó abarcando temas tan diversos como el cambio democratico, el feminismo, los derechos de los animales y saharuis. No era el momento de quejarse de otras cosas (al fin y al cabo el movimiento del 15-M en un principio se dio a conocer con el mucho más concreto nombre de "DEMOCRACIA REAL YA") pero allí estaban los cuatro pelados aprovechando la tesitura para hacer más ruido. En Jaias pasa algo parecido, es un momento para beber kalimotxo, estar con tu cuadrilla, ir a txosnas y todas esas cosas que uno hace de fiesta. No es momento para discutir sobre identidades, naciones, idiomas y donde deberían estar los presos. Pero los cuatro aprovechados de siempre tienen que hacer ruido, y que mejor oportunidad que esa (en donde, sin duda, hay más gente en tres días que la que hay en todo el año en un Gaztetxe).

Un amigo me comentaba el otro día que se politiza porque son ellos los que lo organizan. Son ellos los que se preocupan de tratar de sacar adelantes las jaias, los que montan las txosnas y los que, en general, mueven todo. Probablemente sea por eso, pero eso no quita que no seas un poco decente y no empapeles toda la ciudad con fotos de presos.

No está bien eso. Sobre todo no está bien porque se monopolizan opiniones (aplaudiría el día en que una txosna le echase pelotas y pusiese fotos de victimas de ETA), y eso es algo que nunca, jamás, va a estar bien. Eso sin contar con el mensaje y la imagen que se da a aquel "no-vasco" que se le ocurra pasarse. Pero lleva tanto pasando y estamos tan acostumbrados que nos la suda.



Y tal vez eso sea lo peor de todo.
Un porculero (o una porculera) es la persona que, como su mismo nombre indica, disfruta mucho dando por el culo. En sentido metafórico claro. Es fácil reconocer a un porculero, seguro que en vuestras vidas hay más de uno o, si tenéis la suerte de que no exista en este preciso momento (rollo porque vivís en una cueva o en una isla desierta) es más que probable que alguno de ellos haya aparecido en algún momento en vuestras vidas (de hecho hay muchas probabilidades de que sean la causa de vuestro ermitañismo).

Los porculeros son solitarios. Tienen amigos (uno o dos) y tal vez hasta familia, pero con vosotros solo hablarán para daros por el culo. Son gente de pocas palabras así que cuando no están poniéndoos a caer de un burro con sus amigos y familiares están soltándoos una retahíla de insultos hacia vosotros y vuestro comportamiento. Pasado esto comenzará el discurso medico, momento en el que enumerarán cientos de miles de enfermedades de las que, por supuesto, os culparán para terminar con el colofón final, la guinda del pastel, lo ultimo que se aprende en el primer curso de "porculero"; "Amenazas de denunciar al ayuntamiento".

No se cuantas amenazas de estas se cumplen, pero hay días en los que me imagino a un pobre hombre en el ayuntamiento contestando al teléfono y escuchando denuncias a cada cual más loca sobre comportamientos que poco o nada tienen que ver con él o la interlocutora y que, por supuesto, son tan denunciables como que un hombre se saque un moco en el metro.

En días como esos los funcionarios me dan hasta lastima.

Luego me acuerdo de lo que "trabajan" y se me pasa.



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Este año tuve una vecina porculera. Mi compañero de piso me había advertido sobre ella, me dijo que era una señora que vivía abajo y que estaba convencida de que hacíamos ruido. Me comentó que había hablado con la casera un par de veces y que incluso un día (casualmente uno que ni mi compañero de piso ni el tipo que vivía con él antes que yo estaban en casa) apareció por allí con la policía a las cuatro de la mañana.

El caso es que un día, entre las tres y las cinco de la madrugada (tal vez fuese más tarde pero lo dudo) esta señora apareció por casa echa un basilisco, me dijo que era un impresentable y que no era normal el escándalo que estaba armando despuçes de su advertencia (previamente había dado un golpe en el techo con, imagino, el palo de una escoba, lo que hizo que yo y mi novia bajásemos el volumen del ordenador y tratásemos de no reírnos tan alto). Yo le dije que ya había bajado la música y que intentaría no hacer más ruido. La tipa, que en ese momento estaba en estado de furia asesina (los que lean cómics de la patrulla-x tal vez hasta hayan entendido la referencia) me dijo que no era música lo que oía, que eran golpes. Me dijo que estábamos corriendo. Mi casa (o mi ex-casa ya) se componía de dos habitaciones pegadas, un salón cocina y un baño en escasos 50 metros cuadrados (tal vez más, tal vez menos, no se cuantos eran y 50 metros cuadrados creo que es algo pequeño ¿no?), todos ellos llenos de tabiques y puertas por todas partes. Doy el dato solo para que entendáis que la posibilidad de que yo y mi novia estuviésemos echando una carrera, no ya a las tres de la madrugada si no a cualquier hora del día, era imposible. Después de esto la bruja que vivía debajo mio comenzó a hablarme de sus problemas de salud y de como podía ser culpa mía y de mis ruidos que se agravasen para terminar con la clásica amenaza de llevarme a los tribunales si aquello le hacía perder días de trabajo.

Todo esto sería un encontronazo con una vecina porculera más si no fuese porque la susodicha apareció a las nueve de la mañana tocando a la puerta de mi casa. Medio dormido y intentando encontrar algo de ropa salí a abrirle y por si el encontrarme a ese trasgo con forma de vecina a esa hora del día no era suficiente sorpresa, lo que me dijo me dejó estupefacto del todo. No recuerdo las palabras exactas pero vino a ser algo como:

"¿Te he despertado? Jode, verdad. Yo no puedo dormir, pues vosotros tampoco".

Y se marchó.

Como diría Barney: "True story"

Si hiciesen una lista de "trabajos ridiculos" o "trabajos inútiles", en uno de los tres primeros puestos estarían los "personal shoppers". Para los que no sepáis que es eso, un "personal shopper" es un tipo (o tipa) al que llamas y dices "Oye, mira, que tengo la misma personalidad que un lápiz y necesito, NECESITO, que me digas que ponerme, como decorar mi casa, que hacer como regalo... en fin, que vayas tú a las compras por mi".

Pero lo ridículo no es que existan, lo que es increiblemente ridículo es que haya gente que los utilice.

Somos la generación más inútil de la historia. Por no saber, no sabemos ni ir de tiendas solos.
Impresionante.

Del 16 al 21 de Agosto se celebra la jornada mundial de la juventud 2011 (JMJ) en Madrid. Entre otras cosas "para jóvenes" esa semana el Papa de Roma, Benedicto XVI, visitará la capital Española.

No hay nada más joven que ser un cristiano (en particular, religioso en general) convencido y creyente de verdad. La clase de fundamentalista del Opus Dei que vota al PP y ve Intereconomía con veinte años. Es una de tantas cosas que no entiendo en el mundo, que la gente joven se entregue a ideas retrogradas como las de la iglesia católica (o, siendo sinceros, cualquier religión del mundo), igual que tampoco entiendo que hagan lo propio con ideas nacionalistas (el nacionalismo -de cualquier clase- se parece mucho al fundamentalismo religioso -de cualquier clase-. De hecho no es raro que eventos religiosos vayan acompañados de un fuerte sentimiento nacional -como en la foto).

Cada uno es libre de pensar como le de la gana y aunque me parezcan chorradas absolutas creo que hay que respetar toda clase de pensamiento y al menos conceder a todo el mundo el beneficio de la duda. Como decían en "Predicador"; "Juzga a las personas por lo que son, no por lo que aparentan", y eso es algo que vale tanto para lo negativo como para (aunque esto suele ser un porcentaje menor) lo positivo. No quiero que se entienda que estoy "en contra" de la iglesia o del cristianismo. Vale que sus cargos importantes o su vertiente más "nazi" (no se si con el Papa actual eso se puede considerar una redundancia) son algo "negativo" para el planeta, pero hay también muchos cristianos, aquellos miembros de parroquias pequeñas, de pensamiento más liberal y que aceptan en mejor sentido la idea de base de la que parte toda su religión (que todos los seres humanos somos iguales, sin importar de donde vengas o como seas) que me parece que hacen "bien" al mundo. Es un poco ambiguo esto de hablar de "el bien" y "el mal" y no soy quien, ni pretendo serlo, para ejercer juicios morales. Pero el caso es que no quiero que suene todo esto a que soy un ateo extremista tampoco.

Lo que pasa es que la iglesia, o al menos esa vertiente más... digamos... extremista (no digamos nazi de nuevo, no vayamos a levantar más ampollas), a la que pertenece, por ejemplo, el Opus Dei o el Papa, es una vertiente completamente retrograda, rancia y antigua y me resulta tremendamente complicado el comprender que haya jóvenes que quieran participar en eventos como el de Madrid de este mes.

Si tienes 50 años y eres un carca... pues vale que tengas ideas de carca. Pero ser un conservador con 20 es algo muy triste.