Huída hacia adelante.


En unas horas cojo un vuelo a la ciudad de Londres. Con suerte encontraré un empleo y sobreviviré (o malviviré) hasta final de verano. Es hora de afrontar nuevos retos y vivir nuevas aventuras y la cosa al final estaba entre irme a otro país sin nada o la aventura Bilbao-Klimanjaro y la verdad, no tengo el cuerpo para subir montañas kilométricas.

Abandono el país mientras en Madrid nombran a un nuevo jefe de estado (que aparte de salir en las monedas y en el ¡Hola! no sé bien para qué sirve). Abandono el país ahora que la selección se viene de vacío del mundial despues de una actuación bochornosa que ha avergonzado hasta al cateto más españolista. Abandono ahora, que nadie mira.

Si todo va mal, volveré en 28 días. Si todo va bien en 73 (día arriba, día abajo).

Y si todo va perfecto a lo mejor no tengo que volver.