Ofendiditos, SFDK, Tangana y ¿La censura?


La polémica de hoy (siempre hay una ¿verdad?) involucra al festival BioRitme, el grupo de rap andaluz SFDK y una asistente al evento disconforme. Los hechos, tal y como informan medios como El Confidencial y El Español (referentes del periodismo nacional donde los haya, siempre dispuestos a saltar ante cualquier no-noticia e inflar cualquier polémica que vaya en contra de esas malditas "feminazis")* así como también la comisión del propio festival en un comunicado colgado en su página de Facebook, son los siguientes;

El pasado viernes el grupo SFDK dio un concierto, una de las asistentes al festival acudió a un espacio que reserva la comisión del evento para combatir las agresiones sexistas, con la intención de denunciar que las letras de Zatu le estaban pareciendo ofensivas por machistas, la comisión, una vez terminado el bolo, acude donde la banda para comunicarles que quieren hablar con ellos y darles una "formación de género" que dan a las bandas y a los asistentes como parte de su compromiso con la lucha feminista. Los managers de SFDK se negaron y el festival decidió, en consecuencia, que de ahora en adelante no volverían a contar con sus servicios.

Esos son los hechos. Hechos que la derecha española no ha tardado en usar, como ocurre habitualmente, para justificar esa falsa lucha en la que llevan inmersos desde hace años, la falsa lucha contra la censura de la izquierda y la dictadura de lo políticamente correcto. Porque ahora resulta que las mujeres, los negros y los maricones tienen opiniones, fíjate tu que cosas. Pero me estoy adelantando un poco, antes de seguir tengo que hablar del festival BioRitme.

Nada más entrar en su web, lo primero con lo que uno se encuentra (debajo del cartel del festival) es una suerte de manifiesto en cuatro puntos, escrito por la propia organización. Los cuatro puntos destacados son: Música, Natura, Ecología y Consciencia, y en ese último punto lo que viene escrito es: 
"BioRitme no sólo es música, Bioritme es un punto de encuentro de personas con inquietudes, personas críticas y constructivas, personas que no están de acuerdo con muchas de las direcciones que ha tomado la sociedad actual y por este motivo quieren conocer y desarrollar su consciencia. Charlas con colectivos e invitados dan su visión de primera mano en problemáticas actuales e incluso olvidadas por una sociedad que mira hacia otro lugar. Talleres, actividades y espectáculos también tienen un gran peso durante el Festival, con una programación que durante los 4 días enriquecierá un Festival que intenta crear una pequeña sociedad donde todas seamos personas, PERSONAS en mayúscula."
Resulta claro pues (en los otros puntos hablan de como están concienciados con la naturaleza y la ecología y eso) que BioRitme es una fiesta que da mucha importancia a sus posiciones ideológicas. Solo así se entiende, no solo la existencia de un llamado Punto Lila para denunciar agresiones machistas y sexistas, si no el hecho de que den una formación de género a los asistentes (bandas incluidas). Y a nosotros (a ti, lector, y a mi) esto nos puede parecer lo que nos pueda parecer, pero BioRitme no deja de ser una fiesta privada organizada por personas particulares que deciden poner las normas para dicha fiesta que ellos quieran. Y de nosotros depende si asistir o no. Así que lo que tú y yo opinemos del tema (que puede ser todo bien o todo mal o todo neutral) importa entre muy poco y absolutamente nada.

"El problema" dirá algún lector de derechas convencido de que existe esa conspiración por parte de los ofendiditos de Twitter y las putas feminazis " es que esto ha coincido con el mismo fin de semana en el que el Ayuntamiento de Bilbao prohibió actuar a C.Tangana por una protesta similar"

Por si acaso alguien no sabe de que estoy hablando, el pasado 9 de Agosto, exactamente dos semanas antes de que se celebrase, el Ayuntamiento de la ciudad de Bilbao (mi ciudad) decidió cancelar el concierto que tenía programado de C.Tangana ante quejas por parte de ciertos colectivos hacia las letras machistas del trapero (porque lo de este tío es trap ¿no?). El PNV estaba pues censurando a un artista por tomar una posición "ideológica" (lo entrecomillo porque no se si se puede llamar al machismo ideología) contraria a la posición de la administración. No tardaron en surgir voces clamando que 1984 ya estaba aquí, y que esta nueva dictadura de la corrección política, en donde un artista no podía hablar de "follarse a tu puta" sin que lo tildasen de ser un misógino, iba a acabar con la libertad de pensamiento.

Pero claro, eso no era TODA la historia.

Porque para hablar de toda la historia debemos volver un día antes, al 8 de Agosto, en donde el Ayuntamiento de Bilbao presentó los carteles de su campaña contra las agresiones machistas en Aste Nagusia, carteles que llevaban en letras bien gordas el desafortunado eslogan: "EL SILENCIO, NO ES SÍ". Ante dicho anuncio no tardaron en saltar las voces que evidenciaron el error gramatical, pues lo que se leía no era que "El silencio no significa sí" como pretendía la administración de Aburto, si no que lo que ponía era "El silencio" y luego aparte "No es sí" como diciendo que "no" significa "sí". Un desastre a nivel de relaciones públicas tremebundo. Pero claro, ya estaban pedidos los carteles, ya estaban alquiladas las marquesinas y aunque estoy seguro de que un porcentaje de los posters fueron sustituidos a tiempo, también estoy seguro de haber visto el cartel, aún mal escrito, en algún que otro sitio.

Ojo, no digo esto para justificar lo que ocurrió con Tangana, que a nivel personal y como persona ajena al colectivo que supuéstamente estaban oprimiendo las letras del madrileño (y por tanto os podéis tomar mi opinión como queráis), creo que fue una cagada tremenda, pero creo que es imposible separar ambas noticias. No solo porque literalmente tengan un día de separación, si no porque si uno sabe como funciona la política, en donde las decisiones se toman raramente por ideología y casi siempre por votos, no resulta tan difícil entender que, buscando hacer un control de daños y que les dejen de llamar machistas (y dejar de ser un poco el hazmerreír de las alcaldías), los del PNV decidiesen cancelar un bolo. En el fondo no era tanto una cuestión de censura ideológica como podía parecer en un primer momento, si no de "políticos haciendo cosas de políticos", siendo la prueba más clara de esto que días más tarde el propio Antón Álvarez (nombre real del tipo, normal que se lo cambiase a C.Tangana, a ver a donde vas siendo trapero y llamándote Antón) anunció que iba a dar dos conciertos gratis en Santana 27 (una de las salas más grandes de la ciudad) que se llenaron en cuestión de minutos y que pudo dar sin que la administración enviase a la policía o algo así como de dictadura.

Al final no era tanto la prueba definitiva de que vivimos en una distopía orwelliana si no más bien la misma mierda de siempre.

Y es que, en el fondo, esto es lo que siempre ocurre en estos casos. Aquellos conservadores, defensores del estatus quo antiguo, de cuando las mujeres conocían su lugar y en España no había ni negros ni maricas, claman al cielo llorando por el fin de los valores tradicionales (y por tanto buenos), que son sustituidos por esta sociedad pervertida y sin valores en donde se busca respetar a las minorías y la mayor equidad posible (qué horror, por Dios), cuando en realidad lo que está ocurriendo son hechos aislados y puramente anecdóticos fácilmente explicables a los que no deberíamos dar más importancia que la que tiene la historia que te contó tu colega tomando una caña el otro día.

Siempre son polémicas vacías, exageradas hasta el hastío por aquellos cuyas opiniones son contrarias (y que en realidad sudan de lo que les pase a un grupo de raperos como SFDK), buscando alentar una narrativa que ponga en guardia a cuantas más personas posibles. Haciendo que su postura, esa que busca defender "lo conocido", gane valor. Buscan que no tengas miedo en decir que "quizás las mujeres se están pasando" o que "no te gusta que haya tantos inmigrantes en tu barrio", porque el problema no es tuyo, tú, en el fondo, sigues siendo la misma persona que eras ayer. El problema es de ellos, que ahora de pronto dicen que eso que has hecho siempre está mal.

Pero esta invención de amenazas inexistentes, esta historia de molinos convertidos en gigantes, no es más que una cortina de humo para que no te preocupes de las cosas que de verdad te están jodiendo la vida. Porque como decía el personaje de Federico Luppi en "Martín (Hache)" (Adolfo Aristrain, 1997):
"Son muy hábiles los fachos. Son unos hijos de puta, pero hay que reconocer que son inteligentes"





Ahora es cuando la persona que ha sacado el tema de C.Tangana estará pensando "¿Y que me dices de casos como el de David Suárez y el resto de personas afectadas por la cultura de la cancelación? ¿Que me dices de las polémicas en twitter que sí tienen repercusión en la vida real?"

Y mi respuesta a eso es... Otro día hablamos, que es un tema muy largo y ya es suficientemente larga la entrada.




*No creo que haga falta aclarar que esto era sarcasmo, pero por si acaso.