El hipster barroco


Y encima se saca la foto con Instagram, el muy hijo de puta.





Concepto sugerido por LordBlacKhiin

5 cambios educativos


  1. La enseñanza, en la etapa escolar, no se debería medir por notas, y si se decide que se mida por notas, todas las asignaturas deberían tener el mismo valor objetivo. No puede ser que antepongamos Matemáticas a las asignaturas de arte solo porque creamos que las matemáticas son más prácticas, y lo mismo podría decirse de geografía e historia, esas asignaturas son tan practicas cómo plástica (o deberían serlo al menos) ya que en realidad poco de lo que hayas estudiado en el colegio va a servirte de nada, o al menos te va a servir más que otras cosas. Obviamente sumas, restas, multiplicaciones y divisiones van a ser más prácticas y vas a utilizarlas más a lo largo de tu vida que el circulo cromático, pero cosas cómo las integrales no van a estar más presentes en tu vida que la ubicación de los ríos de España, la historia de roma, la escala musical o aquel botijo de barro que hiciste con doce años.
  2. Lenguaje es una asignatura que debería centrarse en la escritura, la comprensión lectora, y que buscase el interés del alumno en la literatura, no dedicar tanto tiempo al análisis sintáctico (hablando de cosas inútiles) la búsqueda de sintagmas nominales, los tiempos verbales (son importantes, pero no sabértelos de memoria si no saber utilizarlos con corrección) o el estudio de las mismas cuatro o cinco obras clásicas de la literatura española. Primero porque nadie, y digo NADIE termina sabiendo analizar frases, por más frases que hayas hecho, aprenderás el método y lo olvidarás en el mismo momento en el que salgas del examen, y segundo porque este tipo de "modo de enseñanza" lo único que consigue son generaciones de pseudo-analfabetos que no saben expresarse correctamente a través del idioma escrito. Y no es una cuestión de que usen mal los verbos (que también), es una cuestión de coherencia y cohesión entre las frases.
  3. Nadie debería escoger una modalidad de bachillerato, y de escogerla, esta no debería cerrarte ninguna puerta a la hora de enfrentarte a tu futuro; A bachillerato se llega con 15/16 años, con 15/16 años no tienes ni puta idea de que cojones vas a hacer con tu vida, de hecho es muy probable que no sepas que vas a hacer con ella hasta los 20/25, nadie debería verse obligado a seleccionar un camino en ese momento, y menos cuando ese camino resulta ser al final tan determinante. En el caso que "haya que escoger un camino" este en ningún caso debería cerrar puertas, porque, ¿Por qué si he estudiado el bachillerato de, pongamos, sociales me cuesta entrar en una ingeniería y en cambio al de científico técnico no le cuesta entrar en Bellas Artes? De nuevo nos encontramos anteponiendo lo "práctico" al valor formativo, nos encontramos con esa situación en la que estudiar no se mide por el valor académico de algo si no por su valor práctico en un futuro. Obviamente diseñar una carretera, un puente o una pieza de una máquina importantísima es más práctico que una pintura, pero no por ello deberíamos desmerecer, cómo desmerecemos, la importancia de el arte (o las asignaturas de  letras).
  4. Una vez una persona llega a la universidad no debería escoger una carrera. De nuevo nos encontramos ante el mismo problema que en el bachillerato, solo que en este caso ese problema se ve agravado. Entiendo el colegio cómo aquella etapa en la que uno debería coger los conocimientos básicos sobre el mundo, leer, escribir, saber donde se encuentra, saber que cojones hace ahí y sumar restar multiplicar y dividir. La segunda etapa (o tercera si contamos el parvulario aunque no deberíamos) de su aprendizaje, los estudios superiores, en especial el universitario, no deberían verse tan condicionados, o al menos no deberían estarlo para todo el mundo. ¿Cuanta gente estudia algo que no le gusta? ¿Y cuanta lo deja? A los que se dejan además los tratamos de paria, por haber decidido que aquello no iba con ellos. Pero en realidad ¿Qué podían hacer? si se metieron en una carrera, porque no sabían que hacer pero tenían que hacer algo, y terminaron por hacer algo que no les gustaba nada. ¿Cómo podéis obligar a la gente a hacer ese tipo de cosas? Y más en una época cómo los 18 a los 25 años, en donde uno aprende verdaderamente quien es. Las universidades deberían ofrecer la posibilidad de centrarse en la formación intelectual y personal del individuo y no en que aprenda una serie de pautas de comportamiento que aplicar en su futura vida laboral (sobre todo cuando, cómo cuentan, la realidad dista mucho de lo preparados que salen). Obviamente uno deberá especializarse en algo, pero en un sistema más parecido al americano en donde una idea preconcebida es susceptible de cambiar por completo cuando una persona que entró buscando ser ingeniera decidió apuntarse a esa clase rara de cine o filosofía y comprendió que su sitio estaba bastante más ahí. 
  5. La evaluación de los profesores debería ser constante y basada en una media entre los parámetros "conocimientos del maestro" y "capacidad instructiva". A un profesor malo se le cata a la legua, una breve entrevista y ahorramos darle un puesto a un cretino (o una cretina) que no se lo merece.
El problema de basar nuestro sistema educativo en los valores prácticos es que terminamos considerando a las personas cómo herramientas, no cómo individuos. Para muchos además, la presión de no valer cómo herramientas (porque ellos no nacieron herramientas), mezclado con esa nociva enseñanza que han aprendido desde pequeños de que si algo no es práctico no vale para nada los come. Aparte el continuo enfrentamiento al que se ve sometido el alumnado genera un estrés y una tensión que tampoco es soportable por todos. La presión de no valer en el sistema, el miedo al fracaso y todas las depresiones que derivan de ello vienen a costa de los problemas de base que (creo) tiene el sistema educativo actual.

Es muy jodido que viviendo en el mundo que vivimos, con las infinitas maravillas que este tiene para ofrecernos, seamos la generación más deprimida de la historia. De verdad, es muy jodido eso. Y no digo que la mala educación sea la base de todos los problemas, pero creo que es una parte muy importante del mismo.
<<DRAMATIZACIÓN>>

Año 2000

David Lynch llega a Sony después de que le llamen para hacer un anuncio para su nueva consola PlayStation 2.

Jefe de Sony: ¡David! ¿Que hay? Soy el jefe de Sony, soy muy fan suyo por cierto, es todo un honor conocerle.
Lynch: Hola.
JdS :Eehm... sí bueno, porque no empezamos, ¿Conoces nuestra consola?
Lynch: No.
JdS: Pero supongo que te gustarán los videojuegos o algo
Lynch: No.
JdS: Ya.... bueno, mira, yo te cuento entonces, vamos a sacar esta videoconsola, y se supone que va a ser la ostia, tiene mejores gráficos y mejores juegos y lo va a petar. Habíamos pensado... no sé, sacar algún tipo de imagen en el anuncio, sabes, algo de algún juego bueno, o un popurrí de los que van a salir con el lanzamiento, ya sabes, que la gente vea lo que hay y se quede flipada ¿Qué te parece?
Lynch: Horroroso.
JdS: Vaya... bueno... y tienes tú alguna idea?
Lynch: Alguna.
JdS: ¿Por ejemplo?
Lynch: Bueno, habría pensado que sería un buen anuncio para su videoconsola poner a un tipo, un tipo corriente, que de el perfil de persona normal, ni feo ni guapo, ni alto ni bajo, la típica persona, ya sabe
JdS: Sí, un ser humano.
Lynch: Eso... el caso es que este tipo camina por un pasillo, un pasillo frio, eterno, y mientras camina por el pasillo va viendo cosas
JdS: ¡Imagenes de los juegos!
Lynch: No, cayese, cosas cómo... no sé, una mujer en el espacio, o onomatopellas escritas de una sustancia viscosa... y cuanto más se adentra más aumenta esa locura hasta que acaba en una habitación, una habitación que es... sabe lo que es "Las Puertas de la Percepción", de Huxley
JdS: No...
Lynch: Bueno, es cómo si atravesase las puertas de la percepción, y en esa habitación hay tres personas
JdS: Tres personas?
Lynch: Sí. Una es, claramente él mismo.
JdS: Claro.
Lynch: La otra, por supuesto, es una momia, no podría ser ninguna otra cosa
JdS: Obvio.
Lynch: Y la tercera, aunque me imagino que a estas alturas ya lo sabrá, es una persona vestida de traje con cabeza de pato.
JdS: De pato, claro.
Lynch: Y el tipo con cabeza de pato le dice "Bienvenido al tercer lugar".
JdS: ¿Al tercer lugar?
Lynch: Sí.
JdS: ¿Por qué al tercer lugar?
Lynch: ¿No me estaba escuchando?
JdS: Sí pero...
Lynch: No ha escuchado lo de la chica del espacio, lo de las onomatopeyas...
JdS: Sí, pero...
Lynch: Lo del pasillo y tal
JdS: Claro pero sigo pensando que...
Lynch: Y todo eso de las puertas de la percepción y las tres personas... Joder, es evidente, ¿No estaría siguiendome el juego solamente no? No soporto que me den la razón cómo a los locos.
JdS: No, no, no, por supuesto...
Lynch: Menos mal, entonces se queda con lo del tercer lugar estamos de acuerdo ¿no?
JdS: Sí pero...
Lynch: Bueno, pues me pondré a ello, no creo que me lleve mcuho
JdS: Pero...
Lynch: Encantado de conocerle, de verdad, da gusto trabajar con gente que te da absoluta libertad. Adios

David Lynch abandona las oficinas de Sony. Tres semanas después vuelve con esto:


True Story.

Parásitos

El ahora ex-tesorero del PP roba y vosotros os sorprendéis y os escandalizáis. No es que me parezca mal vuestra reacción, me sorprende la sorpresa. En serio ¿A qué creéis que estáis votando cuando votáis? ¿A gente a la que le interesa el bien común?

Ahora es cuando salen los demócratas de pro y me sueltan ese rollo de que no todos los políticos son unos ladrones. Tampoco los gitanos son todos unos ladrones, hay gitanos honrados (seguro que muchos), pero estoy seguro que si un día un gitano os roba la cartera no os pilla por sorpresa y diríais algo cómo "joder, putos gitanos" o alguna mierda así. Que un político robe en España, o que sea corrupto de cualquier otra manera (aceptar sobornos o lo que sea) es el pan de cada día. Hace poco el de Mi Mesa Cojea (un blog altamente recomendable, mucho mejor que este y que os recomiendo deberíais visitar de forma habitual) escribía que "más de 300 políticos españoles están imputados por casos de corrupción" en un post sobre cosas que, por algún motivo, parecen normales en España. En esas estamos, y vosotros sorprendidos y escandalizados porque el tesorero del PP tiene dinero sospechoso. Obviamente la indignación es la respuesta normal, lógica y la que deberíais tener, pero no puede quedarse ahí.

El cáncer de la clase política, alimentado por el espiritu sectario y lobotomizador de los partidos, llenos de ultras ideológicos que solo llaman a filas a otros ultras ideológicos, cuando no los reclutan en las juventudes de los partidos, solo tiene una solución, la extirpación. Y no solo de las propias nuevas generaciones, cómo ayer apuntaba la Señora Botella (qué, aunque esté de acuerdo con ella, no me parece la más indicada para hablar de gente que no debería estar dedicandose a la política), si no de los propios partidos en sí. Ya se que lo de NO LES VOTES no va a funcionar con la mayoría de vosotros, basicamente porque esa gente a la que le da igual quien les gobierne y no piensan que nada fuera del circulo PP/PSOE sea algo seguro son legión (mucho más que los cuatro gatos que hacen ruido en Twitter -y sí, sois, o somos, muchos, pero seguimos siendo cuatro gatos), pero aún así... es lo que toca. O eso o dejar de sorprenderse por las corrupciones, declaraciones fascistoides, recortes presupuestarios o de más noticias que provocan indignación en la masa.

Nuestra sociedad está enferma. Vivimos gobernados por parásitos, hipócritas y mentirosos.

Y mientras no nos ocupemos de esa enfermedad cosas cómo lo de Bárcenas seguirán pasando.

Las Hormigas Indonesias

Mi hermana, mi cuñado y sus dos hijos se han ido a vivir a Indonesia. Los progresos tecnológicos le permiten mantenernos más o menos al día a través de WhatsApp, a veces nos manda fotos y otras veces, cómo hoy, nos manda cosas que le acaban de pasar. Esto es lo que me ha mandado hoy:

Ella (mi hermana) le ha dicho a su hijo (el pequeño-4/5 años) que no tire migas porque si no van a entrar hormigas en casa. Al parecer después ha debido volver a tirar migas porque su hermano (el mayor-7 años) le ha dicho:
"Tío, te ha dicho mamá que no eches migas, que tenías migas en la camiseta y se te han caído al suelo, y ahora vendrán las hormigas...."
Ahí se ha hecho un silencio y luego ha añadido:
"...Que no entiendo que hacen las hormigas aquí cogiendo migas porque no va a ser invierno nunca, seguro que son tontas... Hay que ser imbécil para ser hormiga en Indonesia, porque nunca va a llegar el invierno y nunca vas a descansar... y encima seguro que no se dan ni cuenta"
Y tiene razón, hay que ser idiota para ser hormiga en Indonesia, el verano perpetuo por delante y tu preparándote para un invierno que jamás llegará. Un poco cómo la vida. Naces, estudias para conseguir un trabajo, trabajas para mantenerte con vida y para cuando llegue el invierno serás un anciano que ha dejado escapar los mejores años de su vida, su verano, para esperar a ese invierno de enfermedades, pastillas, huesos que fallan y ayuda constante. Eso los que lleguemos, que nadie nos asegura que vayamos a sobrevivir tanto. Además con esto de la crisis, con esto de rebajar los sueldos, aguantar situaciones mierderas porque "todo está muy jodido y hay que tragar" y todas esas cosas... cada vez más. 

Cada vez somos más hormigas indonesias, y cómo estas no nos damos ni cuenta.

Cómo dice mi sobrino "Hay que ser imbécil para ser hormiga en Indonesia".
Ayer me dio por ver dos películas de animación que comparten un montón de cosas y que sin embargo suponen las dos caras de una misma moneda; Titan A.E y Atlantis: El imperio perdido. Las dos películas responden al intento de dos estudios (Fox y Disney respectivamente) de hacer una película de animación 2D orientada a un público más adolescente en una época en la que la animación 2D estaba comenzando a perder la batalla frente a la más moderna y vistosa animación por ordenador. Con un año de diferencia las dos películas fueron un fracaso en taquilla y supusieron el último trabajo conocido para sus directores (los cuatro) a pesar de que venían todos de hacer películas que están consideradas, en mayor o menor medida, clásicos. Además ambas películas, aunque ambientadas en situaciones completamente diferentes, son cintas de aventuras en las que un par de pseudo-antihéroes se juntan con un grupo de personajes estereotipados en una búsqueda de "algo" (incluso algunos giros de guión se repiten en las dos películas).

Sin embargo una es un despropósito constante en la que no se salva practicamente nada y la otra, a pesar de haber sido vapuleada en su momento es una cinta tremendamente revindicable, ágil y divertida.


Empecemos por la mala, la primera que he visto, Titan A.E. Titan A.E fue el intento de FOX en el año 2000 por alcanzar a ese público más adolescente contando una historia de un futuro post-apocalíptico en el que la raza humana estaba en vías de extinción después de que unos aliens cabrones hiciesen estallar la tierra. Para llevar a buen puerto la cinta llamaron a Don Bluth y Gary Goldman para dirigirla, que ya habían trabajado juntos en películas cómo Anastasia, El jardín mágico de Stanley, Pulgarcita o Todos los perros van al cielo, aparte Don Bluth es el director de Fievel y el Nuevo Mundo, el primer En busca del Valle Encantado y la trilogía de videojuegos Dragon's Lair, Dragon's Lair 2 y Space Ace (vamos, que no eran un par de don nadies). Aparte contrataron a Drew Barrymore y Matt Damon (este sobre todo estaba en ese momento en la puta cima del mundo después de películas cómo El talento de Mr.Ripley o El indomable Will Hunting), así que podemos hablar de que habían puesto mucho empeño en que la cosa saliese bien... y terminó saliendo TAN mal que el departamento de animación de FOX cerró.

Y la verdad, no me sorprende.


La película se ve lastrada por dos grandes problemas; El primero es su apartado visual, a nivel de diseño (tanto de personajes cómo de naves, alienígenas, armas etc) no es una cosa demasiado mala, el problema es que para darle un aspecto más "moderno" intentaron combinar animaciones en 2D con fondos digitales renderizados. Este efecto en las escenas "estáticas" (esas en las que los personajes están en una habitación hablando o el plano es tan general que la cámara permanece quieta mientras los personajes corren-saltan-disparan) no funciona mal, el fondo digital es muy primitivo y las texturas parecen las texturas que te vendrían de base con cualquier programa moderno, pero la verdad, no desentona, el problema de verdad llega cuando fondo y personajes se mueven a la vez. No funciona. Simplemente, no funciona. Sabes que esos personajes no están ahí, la perspectiva del espacio en el que están y el modo en el que están situados los personajes no funciona, y lo ves y ves que hay algo raro y que algo no funciona y ves exactamente cómo y donde están pegados los personajes. Esto a mucha gente le puede dar igual, pero a mi me saca completamente de la película, en serio, os puede parecer una tontería, pero yo no podía estar viendo la película y no pensar que había algo raro, que algo en la imagen que estaba viendo no funcionaba para nada. Y eso al final, juntado con un trabajo de doblaje (en la versión americana, no me acuerdo en la versión española) que no termina de ser todo lo bueno que debería -Matt Damon lo hace de pena) me terminaba sacando de la película.

Por absurdo que suene me daba demasiada cuenta de estar viendo una película de animación.


El segundo problema, el que termina de condenar la cinta, es su historia. La historia en si no es mala, joder es una buena idea, una raza alienígena que destruye la tierra, los humanos cómo especie en vías de extinción, batallas espaciales... no se, resulta atractiva. El problema es que camina demasiado por tierra de nadie. Quiere ser una película más "adulta" y sin embargo no deja de tener un desarrollo de película de animación infantil en donde la historia simplemente (cómo en casi todas las películas de animación infantil) ocurre y sigue adelante porque tiene que seguir adelante. En Titan A.E, que intenta desesperadamente ser más compleja y "adulta" que la película media de animación para niños, ese tipo de narrativa no hace si no zancadillear a la historia. Hay demasiados momentos en los que no dejas de pensar que lo que están haciendo en realidad no tiene sentido y demasiados momentos que se solucionan de forma demasiado gratuita para la premisa (tanto a nivel de historia cómo a nivel visual) que te están contando. Hay demasiados momentos en los que el sentido del tiempo y el espacio no van a la par, algo que en una cinta de animación "para niños" puede darte igual, pero a mi al menos no me lo daba en esta película. Por ejemplo, en un momento dado los dos protagonistas están atrapados en una colonia humana, los malos han partido a toda velocidad a buscar la nave Titan (el motivo de toda la historia) y los buenos deciden que van a partir tras ellos, el problema es que no tienen nave, pero encuentran una nave humana en ruinas, la ponen a punto en un montaje y parten tras ellos. Cuando alcanzan a los malos estos parece que hubiesen salido solo cinco o diez minutos antes que los héroes. 

Que a ver, me siento un poco Nostalgia Critic (y me odio por ello) por decir que esto es una pega en una cinta de acción para niños, pero es que no puedo evitar pensar que cuando haces un montaje significa que ha pasado un tiempo, me da igual si son tres días, PERO ES QUE SON TRES DÍAS DE VENTAJA, y en ningún momento parece que haya pasado ese tiempo, da la sensación que han arreglado la nave en los cinco minutos que ha durado el montaje. Y así constantemente. Y estas incoherencias temporales me darían igual si lo de más funcionase, si el aspecto visual me dejase con la boca abierta o si los personajes me importasen un poco, pero es que eso no funciona tampoco. Así que Titan A.E termina siendo solo una película malísima en la que todo está cómo fuera de lugar. Lo único bueno que tiene es que dura 90 minutos


Y después de este mojón decidí ver Atlantis: El imperio perdido, el intento en este caso de Disney en el año 2001 de llegar a un público más adolescente, alejándose de todas las cosas que tenía el Disney clásico (animales parlantes, canciones etc). En este caso los directores del proyecto Gary Trousdale y Kirk Wise habían colaborado con Disney en sus dos cintas anteriores, la alabadísima La Bella y la Bestia y la incomprendida (y en realidad bastante rescatable) El jorobado de Notre Damme. El protagonista en este caso sería Michael J Fox, cómo Milo, el arqueólogo con aspiraciones de explorador que termina embarcándose en la expedición para encontrar la ciudad perdida de la Atlántida (en la que había estado involucrado su abuelo). La película fue un fracaso en taquilla (no tan gordo cómo Titan A.E) y crítica por algún motivo, a un nivel tan gordo que supuso que  Trousdale y Wise (que ya habían fracasado con El jorobado) no volviesen a trabajar. No hundió al estudio pero mirándolo en retrospectiva si que se puede considerar que tanto esta cómo El Planeta del Tesoro (estrenada al año siguiente) y Hermano Oso (2003) fueron en cierto modo los clavos que cerraron el ataúd de la animación tradicional en las películas de Dinsey (salvo aquel intento fracasado de devolverle el prestigio que fue Tiana y el Sapo en 2009).


Y en este caso no puedo entender en que momento esta película supuso un fracaso para el estudio, la verdad. Porque en realidad todo funciona de forma bastante cojonuda en esta cinta. Para empezar, visualmente te deja con la boca abierta, el diseño, que corrió a cargo de, entre otros, Mike Mignola (creador de Hellboy) es espectacular, tanto en el semi-steampunk del grupo protagonista cómo el de la civilización perdida de la Atlántida, a caballo entre los aztecas y los griegos. Se nota bastante la mano de Mignola en ambos aspectos y se agradece eso, los personajes, a pesar de ser tópicos andantes tienen un aspecto visual lo suficientemente único y atractivo, la cuadrilla protagonista funciona y a pesar del poco papel que tiene se le reservan muchas de las mejores líneas de guión. Además la integración de los fondos digitales, al apoyarse en colores pintados y no renders resulta mucho menos llamativa y fluida. En general todo lo que fallaba en Titan en esta es mil veces mejor (por algo esto es Disney).


A nivel de historia no deja de ser una cinta para niños en la que todo ocurre un poco porque sí, pero de un modo mucho más lógico que en Titan A.E. Sí, su tramo final resulta demasiado confuso si piensas un poco en ello, pero es que no tienes tiempo para pensar en ello porque simplemente estás flipando con la animación. Las escenas de acción son más espectaculares, los diálogos son mucho mejores ("We done a lot of things we're not proud of. Robbing graves, eh, plundering tombs, double parking... But nobody got hurt. Well... maybe somebody got hurt... But nobody we knew!" esa frase es cojonuda), los personajes son más divertidos y menos molestos... no se, todo lo que fracasaba en la otra en esta funciona de manera genial. Sí, es ligera, sí, no deja de ser una película para niños de Disney, pero es una película de acción y aventuras que entretiene de principio a fin. Es que no me explico que fracasase de forma tan gorda, la verdad.

En general todo este rollo viene, aparte de para hablar de las dos películas, para hablar de cómo dos películas que comparten tantas cosas (en realidad son cintas que comparten bastantes movidas) pueden ser tan diferentes a nivel de calidad, siendo una un mojón y la otra oro puro que demuestra porqué Disney era DISNEY cuando se trataba de animación tradicional (me da mucha pena que ya no se dediquen a ello, la verdad). Y sobre todo cómo algunos fracasos son absolutamente inmerecidos e inexplicables.

(Ligera chapa os he soltado, perdón)

(Ya verás cómo me bajan las visitas por esto...)