Si hiciesen una lista de "trabajos ridiculos" o "trabajos inútiles", en uno de los tres primeros puestos estarían los "personal shoppers". Para los que no sepáis que es eso, un "personal shopper" es un tipo (o tipa) al que llamas y dices "Oye, mira, que tengo la misma personalidad que un lápiz y necesito, NECESITO, que me digas que ponerme, como decorar mi casa, que hacer como regalo... en fin, que vayas tú a las compras por mi".

Pero lo ridículo no es que existan, lo que es increiblemente ridículo es que haya gente que los utilice.

Somos la generación más inútil de la historia. Por no saber, no sabemos ni ir de tiendas solos.

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