¡De regreso por fin! Después de un final de curso y un principio de verano a trompicones (más de los que debería), y recién asentado en Bilbao de nuevo, por fin "comienza" el verano. Entrecomillo "comienza" porque siempre nos quedará Septiembre.

No se si alguien que leyese este blog lo ha echado mucho de menos, pero el caso es que después de que los peregrinos llegasen a Madrid y Camps dimitiese en Valencia vuelvo. Pongo estos dos hechos porque me parecen dos acontecimientos igual de importantes. El primero porque representa la culminación (que no el final, si no su primer pico) del movimiento del 15-M un movimiento que ha demostrado algo que, hoy hace un año, era impensable; que en este país hay gente dispuesta a movilizarse si las causas son justas. Eso, es histórico, que en plena generación ni-ni sean tantos los que decidan salir a la calle, y no solo eso, hacer una peregrinación a Madrid es histórico. No es algo que ocurra todos los días. ¿Y porqué lo de Camps? Porque supone la dimisión de, no solo un político corrupto (que ya de por sí es raro) si no de un político corrupto del PP. Y eso también es histórico y se ve como el cometa Halley o uno de esos fenómenos astronómicos, uno cada millón de años o así.

En cuanto a lo de más, ya ha pasado el tiempo y de momento no me parece que merezca la pena hablar del pasado. Ya iré hablando del presente según vaya ocurriendo.


(Por cierto, la canción no tiene nada que ver con nada, pero es que es una de mis favoritas de uno de los mejores discos que se han hecho en este siglo. El "Illinoise" de Sufjan Stevens es una de esas pequeñas joyitas que hacen que el mundo sea un poco más bonito)

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