Has fallado.

Has empezado algo y no ha salido bien. Has suspendido, tu novia te ha dejado, te han echado del curro, has discutido con algún amigo o incluso puede que la muerte (cómo concepto, no la tuya) haya alcanzado tu vida... es lo que pasa, la mierda pasa. Es inevitable. Las cosas casi nunca salen cómo planeamos y vas a fallar hoy y muchas más veces a lo largo de tu vida.

Pero eso no significa que hayas fracasado. Uno no fracasa hasta que decide que ha fracasado.

Sé que ahora sientes que todo se te viene encima y que no hay escapatoria, que da igual lo que hagas has cometido un error y es imposible que salgas de ese punto, que tu puto mundo se desmorona sin control... pero es mentira. Nada se desmorona. Por mucho que sientas que tu mundo está muerto mañana saldrá el sol exactamente igual que ha salido hoy, los seis mil millones de seres humanos con los que compartes planeta seguirán con sus vidas, la tierra seguirá girando sobre si misma y alrededor del sol y el universo seguirá expandiéndose cómo si nada hubiese pasado. Y eso es porque tu vida, ni la tuya, ni la mía, ni la de nadie, importa absolutamente nada. Sé que piensas que sí, que tu vida es lo puto máximo, pero la realidad es que no somos más que motas de polvo en una esquina del medio de ninguna parte. A escala universal tus errores no son absolutamente nada.

No te sientas mal por ello, mi intención no es que te sientas mal por ello, mi intención es que comprendas que los fallos, que las cosas que salgan mal en tu vida, no importan nada. Que seas consciente de que, pase lo que pase, mañana saldrá el sol. Y que cuando entiendas eso te levantes y sigas. Porque haberte equivocado no es razón para rendirte. Falla una vez y no pasa nada, ríndete una vez y el fracaso puede acabar contigo.

Te lo digo por experiencia.

Lo bueno de la vida es que no es una historia que tenga un final, es que no llegas a los títulos de crédito hasta que te mueres, y aunque sientas que algo ha llegado a su final, tu vida no lo ha hecho, y mañana volverás a levantarte de la cama y seguirás respirando. No te das por satisfecho cuando aciertas, no dejas de intentarlo porque "lo has conseguido", cuando lo consigues sabes que tienes que mantenerlo, y con los errores es igual, sea el error que sea, la vida sigue. Sea el fallo que sea, mañana te levantarás de la cama y seguirás respirando. Porque no hay títulos de crédito. No hay un FIN esperándonos a la vuelta de la esquina.

Es probable que te sientas así.

Pero mañana será otro día.

Te lo prometo.


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