Kick-Ass 2 y Superior.



Mark Millar... solo escribir su nombre y un escalofrío ya me recorre la espalda. No me resulta fácil hablar del señor Millar. Así cómo con otros autores modernos, cómo Grant Morrison, no me importa nada ya que solo puedo decir cosas buenas de ellos, con Millar me encuentro con el dilema de siempre y es que es capaz de lo mejor y de lo peor. Si algo me hace terminar siempre inclinando la balanza a su favor, a pesar de lo mucho que le odie y me meta con él, es que el tipo por lo menos intenta sacar adelante sus propios personajes. Lo que se conoce cómo "Millarworld" (básicamente lo que publica en Icon), aunque ha dado pie al nacimiento de muchos de los peores cómics de los últimos años (cómo NEMESIS), también ha traído consigo cosas buenas. Kick-Ass 1 molaba. ¿No?.

Hoy quiero aprovechar la tesitura para hablar de dos de mis últimas lecturas del autor, que coinciden ser dos de las últimas series de lo que se llama "Millarworld", la secuela de Kick-Ass y Superior. Porque creo que las dos, cada una en su polo, representan bien esa dualidad que tengo yo con Millar.

Por ejemplo; La secuela de Kick-Ass es una mierda. Es así de simple. Podría pararme a sacar las cosas buenas que tiene, que, joder, alguna hay, pero no merece la pena. Esta segunda parte tira por lo fácil y trae al Millar más gratuito y ultraviolento, al Millar de Nemesis, de vuelta. Perros decapitados, genocidios, violaciones grupales y una niña de doce años matando a la sicaria rusa más chunga de la historia son las cosas que os encontraréis en los 7 números de la colección, escondidos entre montones de "absolutamente nada" y hilados por una historia que se podría resumir entera en un clinex. Si el primer Kick-Ass buscaba un acercamiento verosímil (al menos en principio y obviando lo loco de su desenlace) al mundo superhéroico este Kick-Ass 2 se queda en lo gratuito y parece intentar convertirse en una comedia macabra hipergore. Porque las salvajadas son graciosas. O algo así debe pensar Millar.


Yo sin embargo más que reírme no dejaba de leerlo con cara de circunstancia, debatiéndome si tenía que tomármelo en serio o sí tenía que disfrutar de la diversión de un grupo de supervillanos asesinando niños y violando adolescentes o decapitando superhéroes solo para sustituirles la cabeza por la de su perro. Osea, no es que la violencia me importe, en general no lo hace, pero Kick-Ass 2 me parecía demasiado enfermo para ser divertido.

Por suerte Millar también sacó adelante recientemente la serie Superior, y si Kick-Ass 2 es el peor Millar, este es el mejor en años. Es la primera vez que siento que Millar se toma en serio a sí mismo de verdad desde Wanted. Los siete números que componen la serie cuentan la historia de un niño con esclerosis múltiple al que un mono parlante del espacio (sí, cómo suena) decide conceder un deseo y lo transforma en Superior, su superhéroe favorito. A partir de ahí la serie gira en torno a lo que decide hacer el niño con los poderes que le han sido concedidos (porque se supone que vive en el mundo real) y en el precio a pagar por ellos. 

Superior es una suerte de Superman (de hecho seguro -cómo he leído por Internet- que de haber podido Millar hubiese usado al propio Superman), es EL héroe, y me gusta el modo en el que Millar aborda a este tipo de ser casi omnipotente. Porque en manos de Millar uno podría pensar en lo peor, en Apollo de The Authority o algo peor, y sin embargo lo aborda de una manera muy muy sentida. Porque al final Superior no es una historia tampoco sobre Superman, es la historia de un niño con esclerosis múltiple. Y el cabrón escoces consigue que te llegue. Funciona muy bien a practicamente todos los niveles. Leinil Francis Yu cumple en el dibujo (aunque a mi no me guste mucho) y hay escenas tremendamente espectaculares, además, el hecho de que la narración no venga en primera persona, o, mejor dicho, que corra a cargo de un personaje secundario (la Lois Lane de la historia), lo hace todavía más acertado,  he leído a gente que criticaba que no se profundiza mucho en el personaje de Superior, pero a mi no me parece algo malo, no nos están contando una historia de primera mano, si no que es un tercero la que está contando toda la historia. A mi me gustó mucho eso. También he leído por ahí que criticaban que hay una tremenda descompensación temporal, porque por ejemplo Millar se toma dos números enteros solo para asentar la situación y poner a Superior probando sus poderes y cuando empieza a usar sus poderes acelera a ritmos endiablados. Es verdad, pero creo que Millar controla bien los tiempos, dando la importancia que merece a cada momento.


Superior te llega. La escena en la que vuela por primera vez TE LLEGA. Millar lo consigue y demuestra que el hijo de puta cuando quiere es grande. No EL más grande, pero si grande. En cambio en Kick-Ass todo te la sopla y lo único que haces es apartar la vista de vez en cuando. En Kick-Ass 2 Millar es Rob Liedfield en los 90. Hay buenos conceptos... y ya.

Dualidad.

Odio y admiración simultanea.

La típica mierda de Millar.

No hay comentarios: