Ganas de disparar.

Tengo ganas de disparar a alguien.

Y no me refiero a "estoy cabreado y digo algo como eso aunque nunca lo haría". Digo que tengo ganas de disparar a alguien. A una persona al azar, acercarme con una pistola, ponérsela en la frente y apretar el gatillo mientras sus sesos le salen reventados por la nuca. La explosión de una cabeza humana, el estruendo del disparo acompañado de la sacudida del arma en mi brazo, mientras observo como a una persona se le escapa absolutamente todo entre sangre, cráneo y cerebro debe de ser una de las experiencias vitales más acojonantes y adrenalínicas de todos los tiempos.

Además no sería como si estuviese haciendo algo verdaderamente malo. En el mundo sobra gente en general, y si me pongo en plan concreto en España más. Yonkis de la roja y de Belén Esteban, españolitos de ultraderecha, groupies del papa, canis drogadictos y tronistas de hombres mujeres y viceversa los hay a patadas. Sobran. Tenemos excedente de cretinos. Aparte, ahora estoy en Bilbao, y en Euskadi el numero de subnormales y gente que merece la muerte aumenta considerablemente. Porque nuestro bonito Euskal Herria es el único lugar del mundo donde hasta los más punkis y los más antisistema tienen ideas de derechas. No creo que se perdiese mucho el mundo si uno de ellos desapareciese en un estallido de pólvora, fuego y sangre. En cierto sentido hasta estaría haciendo un favor al mundo librándolo de uno de sus hijos idiotas, aunque es muy probable que la sociedad jamás lo viese así.

Hay demasiado apego por la vida. El ciudadano medio, la oveja sin alma que permite a diario ser mangoneada por un gobierno de lobos, siente demasiada empatía por la vida ajena, hasta el punto en que la muerte no solo es algo atemorizante, si no que "matar" es un acto tremendamente atroz. Ensalzamos la vida como nuestro máximo bien, nuestra última moneda de cambio, como lo que, en definitiva (porque todo lo de más viene y va) tenemos. Por eso funcionan chorradas como el cuento ese del cielo y el infierno para captar adeptos en la religión, porque pensar que cuando uno muera tendrá una vida eterna en un lugar mucho mejor que este ayuda a sobrepasar nuestra etapa en este planeta. Sin embargo la muerte, en frío, es una cosa mucho más frívola.

Millones de personas mueren a diario. Y la vida sigue. Claro que si nos toca algún muerto cercano nuestra vida se verá trastocada a cierto nivel (depende de la cercanía del cadáver), pero la verdad es que para el resto del mundo la vida sigue. Es el final de una historia, pero el resto sigue funcionando. Nadie aprobaría que yo matase a una persona en frío y por probar nuevas experiencias pero la realidad es que si lo hiciese, para el 99% de la población mundial (el 1% es la gente que le conocía) después de escandalizarse seguirían con sus vidas como si tal cosa. Porque es lo que hacemos a diario con el resto de noticias sobre muerte que nos llegan en el telediario. Lo vemos, pensamos "uy que chungo" y luego la vida sigue.

Tengo ganas de disparar a alguien.

¡BANG! ¡Estás muerto! Y el mundo sigue girando como si nada.

2 comentarios:

dani dijo...

QUÉ COJONES DICES?????
Tronco, se te ha pirado un poco la pinza en este post... o hace mucho que no mojas, o estás de muy mala hostia... pero lo que sueltas es muy bruto. En cualquier caso matar el hecho en si me parece muy chungo, pero no vería con desagrado que "desaparecieran" según qué tipo de personas.

Tximinoman dijo...

Es más cabreo que otra cosa (no quiero matar a nadie, no te preocupes jajajaja), pero de lo que va este post en realidad es de la falsa preocupación y empatía que se construye la gente sobre temas que en realidad le dan igual, porque decir que te importan una mierda está socialmente mal visto.

Claro que matar está mal, porque acabar con una vida humana es algo malo. Es de hecho una de las dos o tres cosas que podría decir que son genuinamente malvadas. Y no creo que salvo tarados fundamentalistas, zombies de ideologias que ni siquiera son suyas, nadie pueda discutir eso.

Pero la verdad, la pura verdad, es que la vida y la muerte, si no nos tocan de lleno, nos importan una puta mierda. La gente se escandaliza cada vez que hay una catastrofe, bien sea un atentado terrorista o bien sea un desastre natural. Se echan a la calle, dan dinero y lloran por las victimas que murieron en la otra puta punta del mundo. ¿Pero cuanto tiempo pasa esto? Al mes, dos meses el 90% de ellos se olvida. Se la suda. Igual siguen suscritos a la ONG de turno, dando 10€ al mes para sentirse un poco mejor consigo mismos pero la realidad es que todos esos millones de muertos les importan una puta mierda.

Su vida no se detiene porque pongan una bomba a no ser que la bomba les toque (directa o indirectamente) a ellos. Como puse lo ven por la tele y dicen "uy que chungo", y siguen comiendose la cena. Claro que no todos son así, hay personas buenas en el mundo y todo eso, pero una gran mayoría de la gente es así.

Mentirosos, hipocritas y falsos que se mienten a ellos mismos fingiendo que les importan problemas que en realidad les dan por saco porque reconocer eso te pone en muy mala posición, nadie quiere ser un "puto egoista de mierda".

Un ejemplo reciente; En Julio un tio pirado fue a un campamento y se cepillo a un montón de peña porque sí. Seguro que en su retorcida cabeza de hijo de puta tenía un montón de motivos para hacerlo, pero a ojos del mundo lo que hizo fue irracional e incomprensible. Cualquiera con dos dedos de frente reconocería eso como un acto "malo".

¿Cuantos se acuerdan de eso ahora? ¿Quien sigue verdaderamente escandalizado por la noticia? Nadie. Porque nos da igual. Porque todos lo vimos y dijimos "que horror que exista gente así", y cambiamos de canal y nos pusimos a la Esteban.